miércoles, 7 de noviembre de 2012

KERYGMA ALCALÁ: ASÍ SE CONTAGIA UN GRUPO DIOCESANO EVANGELIZADOR DE PRIMER ANUNCIO



Aprendido en Francia, se extiende por España.

Todo empezó con dos laicos que en 2009 pedían a Dios que les guiase. Hoy Kerygma Alcalá ha llegado a numerosas parroquias y a miles de personas.

Un buen ejemplo de cómo se "contagia" la Nueva Evangelización en la Iglesia española es el grupo Kerygma (http://kerygmadiocesisalcala.blogspot.com.es), de Alcalá de Henares, que se define como "grupo diocesano evangelizador de primer anuncio".

"Al principio estábamos dos laicos con ganas de evangelizar", explica Carlos Cortés, uno de sus iniciadores. "Rezábamos a Dios pidiéndole orientación. Y en el curso 2009-2010 conocimos los métodos evangelizadores de la Comunidad de Emmanuel".

Esta comunidad carismática francesa, en la que se formó el obispo de Toulon, Dominique Rey, es la creadora en París de "Holy Wins", una alternativa a Halloween para evangelizar en el puente de Todos los Santos.

CUATRO AÑOS MEJORANDO EL HOLY WINS

"Empezamos con el Holy Wins, que era un salir a la calle, invitar a un concierto-oración... Ahora llevamos ya 4 años y lo hemos ido ampliando. Este año lo reconvertimos en un festival para niños, lo avisamos en muchas parroquias y vinieron cientos de personas a la plaza de la catedral. Los niños iban disfrazados de santos o llevaban alas de ángeles, y los padres cantaban. Añadimos mimos, animadores de calle para niños... Y después, adoración eucarística, en la plaza ante todos. Es el punto central de la ciudad y mucha gente lo vio", señala Carlos Cortés.

EXPONER EL SANTÍSIMO

El factor eucarístico (antes, durante y después de cada actividad) lo aprendieron de la Comunidad de Emmanuel y del movimiento francés Anuncio.

"Anuncio es una metodología de evangelización de jóvenes de primer anuncio. Vinieron a Madrid en 2010-2011, un año antes de la JMJ, y de ellos aprendimos las claves del primer anuncio callejero y la importancia de que todo se haga desde la eucaristía", explica Carlos. Así, antes de salir a evangelizar, lo idóneo es que todos recen ante el Santísimo expuesto. Unos cuantos evangelizadores salen a la calle, otros quedan rezando en la Iglesia ante el Santísimo.

Anuncio les enseñó el método "Luz en la noche", que emplean también los italianos de Sentinelle del Mattino: una hermosa adoración con el Santísimo expuesto, con un altar bien decorado con velas e iconos, evangelizadores en la calle que invitan a los viandantes a entrar y hablar con Dios, otros evangelizadores que reciben en la Iglesia, buena música...

REGLAS DEL EVANGELIZADOR CALLEJERO

De ellos aprendieron cómo acercarse a la gente en la calle: "no discutir, acercarnos con alegría, rezar interiormente, ir en parejas, uno reza y otro habla, anunciar el kerigma explícito, decir explícitamente que Jesucristo te ama, en cada conversación evangelizadora...", desgrana Carlos.

Esta misma metodología la adoptó también de Anuncio otro grupo de evangelizadores callejeros, en Madrid: Totus Tuus, con personas llegadas de ambientes de Jóvenes por el Reino de Cristo y de la parroquia de San Ildefonso.

JUNTAR DISTINTOS CARISMAS

En Alcalá, Kerygma ha juntado a personas de edades y procedencias variadas, con un objetivo común: evangelizar en la calle con un primer anuncio. "Aquí tenemos gente de Cursillos de Cristiandad, de la Legión de María, de Adoración Nocturna, carismáticos, neocatecumenales y gente de parroquia de toda la vida, con ganas se salir a evangelizar", enumera Carlos Cortés.

"Y de edades distintas: haya adolescentes, matrimonios, personas de 65 años, niños que evangelizan a su modo y sacerdotes que se ponen a disposición para confesar".

Kerygma se fija en "lo que funciona por ahí" y lo adapta. "Vimos en ReligiónEnLibertad la técnica de la silla de oración y decidimos adoptarlo, y poner sacerdotes en una silla a rezar por quien lo pida", explica Carlos.

IR AL PUB, ENVIADOS POR EL OBISPO

"Nuestro obispo, Juan Antonio Reig Pla, que nos apoya mucho, nos pide que pongamos en marcha todo aquello que, después de rezarlo, veamos que funciona. Podríamos decir que el obispo es ya un fan incondicional. Nos anima a entrar en pubs, en las zonas especiales de la ciudad. Cada año nos hemos entrevistado con él y ha visto cómo crecía Kerygma. El otro día, en el Holy Wins, él hizo la bendición con el Santísimo y la oración de envío".

"Experiencias malas, hemos tenido muy pocas", explica. "Bueno, el otro día, en una zona de bares, casi tuvimos primer mártir de Kerygma, porque un borracho casi le pega a un evangelizador, jajaja... Pero al final nunca ha pasado nada malo".

Pero ¿se ven frutos?

"Si te digo la verdad, conversos, personas muy alejadas de Dios o no creyentes, que han vuelto a la Iglesia mediante nuestra actividad, sólo me constan cinco. Pero personas que tenían la fe adormecida y se les ha reavivado, que lloran porque notan que Dios les busca, que se confiesan... bueno, de esto vemos cada vez que salimos. Pero el gran fruto en realidad es que se aviva toda la parroquia, que el que sale a evangelizar ve como su fe se despierta. Tenemos señoras mayores de parroquia de toda la vida en la calle entusiasmadas. Evangelizar en la calle aviva a la parroquia y saca de la rutina. El primer beneficiado es el evangelizador".

CUIDADO, SE CONTAGIA

Y otro fruto es que se contagia. Lo que Totus Tuus, en Madrid, y Kerygma, en Alcalá, recibieron de Anuncio y Emmanuel, ellos lo han transmitido a otros sitios.

"Estuvimos un año haciendo Kerygma en una parroquia de Alcalá y ahora esa parroquia ya lo hace ella sola. Vinieron unos religiosos a una campaña que organizamos llamada Arde Complutum, y ahora ellos salen cada viernes en Tudela y están formando a otra hornada de evangelizadores. Y así se extiende".

SACERDOTES ASOMBRADOS

Este fin de semana, Carlos Cortés ha presentado la experiencia de Kerygma Alcalá en el Congreso de Pastoral Juvenil de Valencia. "Organizamos un taller con unas 200 personas. Les mostramos como se salía a la calle con un juego de rol, les explicamos el decálogo del evangelizador callejero, cómo hablar de Dios, cómo escuchar, cómo orar por una persona allí mismo, en el sitio o ante el Santísimo, con la persona presente...", explica Carlos.

"En total, el Congreso tenía unas 2.000 personas, y calculo que al menos 700 salieron a las calles en alguna de las 4 experiencias evangelizadoras. De nuestro taller, más del 60% salió a la calle a evangelizar. Teníamos 40 misioneros ya con experiencia y 80 asistentes que se apuntaron para ir con ellos, en dos tandas distintas: cada veterano, con un inexperto. Nosotros ya estamos acostumbrados, pero para ellos era muy impactante. Los sacerdotes venían a darnos las gracias. Decían: me ha pasado algo impresionante pero no lo puedo contar porque era en confesión. O decían: he visto milagros en la calle. Muchos nos han asegurado que van a adoptarlo en su parroquia".

Por eso, Carlos, después de 4 años de evangelización callejera, cree que las cosas están cambiando en la Iglesia. "Tengo en el corazón que el Congreso de Valencia puede ser un punto de inflexión en España. Se nota algo nuevo en el ambiente y es muy esperanzador".

Pablo J. Ginés/ReL

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