viernes, 8 de febrero de 2013

DIOS CREADOR



Dios es la fuente de todas las cosas y la belleza de la creación revela su omnipotencia de Padre amoroso.

Continuando la catequesis sobre el símbolo de la fe cristiana, el Santo Padre, durante la audiencia general de esta semana, se ha centrado en la frase "Creador del cielo y de la tierra", explicándola a la luz del primer capítulo del Génesis.

"Dios -ha dicho el Papa- es la fuente de todas las cosas y la belleza de la creación revela su omnipotencia de Padre amoroso. En cuanto origen de la vida .... se ocupa de lo que ha creado con un amor y una fidelidad que nunca cesan. Por lo tanto, la creación se convierte en un lugar en el que conocer la omnipotencia de Dios y su bondad, y en una llamada a la fe de los creyentes para que proclamemos a Dios como Creador... En la Sagrada Escritura la inteligencia humana puede encontrar, a la luz de la fe, la clave interpretativa para entender el mundo. En particular... en el primer capítulo del Génesis, con la presentación solemne de la creatividad divina....Durante seis veces se repite la frase: "Y vio Dios que era bueno"...Todo lo que Dios creó es bueno y hermoso, lleno de sabiduría y de amor, la acción creadora de Dios aporta orden, insufla armonía, da belleza. En el relato del Génesis se dice más tarde que el Señor crea con su palabra y en el texto se repite diez veces el término "dijo Dios"... La vida brota, el mundo existe, porque todo obedece la Palabra de Dios".

Pero ¿tiene sentido en la era de la ciencia y la tecnología, hablar todavía de creación? se ha preguntado el Santo Padre, explicando que "la Biblia no pretende ser un manual de las ciencias naturales; su intención es la de hacer comprender la verdad auténtica y profunda de las cosas. La verdad fundamental que los relatos del Génesis revelan es que el mundo no es un conjunto de fuerzas contrastantes, sino que tiene su origen y su estabilidad en el Logos, la razón eterna de Dios, que sigue sosteniendo el universo. Hay un proyecto del mundo que surge de esta razón, del Espíritu Creador".

El ápice de toda lo creación son "el hombre y la mujer; el ser humano, el único capaz de conocer y amar a su Creador...Los relatos de la creación en el Génesis.... nos ayudan a conocer el plan de Dios para el hombre. En primer lugar dicen que Dios formó al hombre del polvo de la tierra... Esto significa que no somos Dios, no nos hemos hechos solos, somos tierra; pero también significa que venimos de la buena tierra, por obra del Creador.... Más allá de las distinciones de la cultura y la historia, más allá de cualquier diferencia social somos una humanidad única plasmada con una única tierra de Dios que... sopla el aliento de vida en el cuerpo que ha moldeado... El ser humano está hecho a imagen y semejanza de Dios... Todos llevamos dentro de nosotros su hálito vital; toda vida humana está bajo su protección especial. Esta es la razón más profunda de la inviolabilidad de la dignidad humana frente a cualquier tentación de evaluar a la persona según criterios utilitarios o de poder".

En los primeros capítulos del Génesis "hay dos imágenes significativas: el jardín con el árbol del conocimiento del bien y del mal y la serpiente ... El jardín nos dice que la realidad en la que Dios ha puesto el ser humano no es un bosque salvaje, sino un lugar que protege, nutre y sustenta; y el hombre debe reconocer al mundo no como propiedad para saquear y explotar sino, como don del Creador, ...para cultivar y cuidar con respeto siguiendo los ritmos y la lógica, de acuerdo con el plan de Dios. La serpiente es una figura derivada de los cultos orientales de la fecundidad, que fascinaban a Israel y constituían una tentación constante de abandonar la misteriosa alianza con Dios”. Por eso “la serpiente levanta la sospecha de que la alianza con Dios sea como una cadena que... priva de la libertad y de las cosas más bellas de la vida. La tentación se convierte en la de construir un mundo propio sin aceptar los límites de ser una criatura, los límites del bien y del mal, de la moralidad; la dependencia del amor del Dios Creador es vista como una carga de la que hay que librarse. Pero cuando se distorsiona la relación con Dios, ....suplantando su lugar, todas las demás relaciones se alteran. Entonces, el otro se convierte en un rival, en una amenaza; Adán, después de haber sucumbido a la tentación, acusa inmediatamente a Eva... El mundo ya no es el jardín para vivir en armonía, sino un lugar para explotar y en el que... la envidia y el odio hacia los demás entran en el corazón".

El Papa has resaltado un último elemento de los relatos de la creación: "El pecado engendra pecado y todos los pecados de la historia están relacionados. Este aspecto nos lleva a hablar de lo que se llama el "pecado original". ¿Cuál es el significado de esta realidad, difícil de entender?....En primer lugar, debemos tener en cuenta que ningún hombre está encerrado en sí mismo.... recibimos la vida de los demás y no sólo en el nacimiento, sino todos los días. El ser humano es relación: Yo soy yo solo en ti y a través de ti; en la relación de amor con el Tú de Dios y el tú del otro. Pues bien, el pecado es alterar o destruir la relación con Dios... tomar el lugar de Dios... Una vez alterada la relación fundamental, también están comprometidos o destruidos los otros polos de la misma; el pecado arruina todo. Ahora bien, si la estructura relacional de la humanidad está alterada desde el principio, todo hombre entra en un mundo caracterizado por la alteración de esta relación, alterado por un pecado que lo marca personalmente: el pecado inicial perturba y daña la naturaleza humana... Y el hombre no puede salir de esta situación sólo, no puede redimirse a sí mismo; sólo el Creador puede restaurar las relaciones correctas... Esto se cumple en Jesucristo, que recorre, exactamente, el camino contrario de Adán. (...) Mientras Adán no reconoce su ser una criatura y quiere suplantar el lugar de Dios, Jesús, el Hijo de Dios, está en una perfecta relación filial con el Padre, se inclina, se convierte en siervo, recorre el camino del amor humillándose hasta la muerte en la cruz, para ordenar las relaciones con Dios. La Cruz de Cristo se convierte en el nuevo Árbol de la Vida".

"Vivir de fe - ha concluido Benedicto XVI- significa reconocer la grandeza de Dios y aceptar nuestra pequeñez, nuestra condición de criaturas, dejando que Dios la colme con su amor. El mal, con su carga de dolor y de sufrimiento es un misterio que ilumina la luz de la fe que nos da la certeza de ser liberados de él".

Autor: VIS
Fuente: visnews-es.blogspot.com.es

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